
Ultimamente no he escrito mucho, y les debo un recuento de lo que ha pasado desde que entré a la escuela (que no es algo muy interesante), pero hoy me dieron ganas de escribir.
El tema es otra de mis obsesiones-frustraciones con algún sujeto; la obsesión en cuestión es con un vecino, quien vive a 5 cinco casas de distancia y que por alguna extraña razón me mueve el tapete cada vez que lo veo.
La historia comienza no hace mucho de forma poco interesante y termina con los acontecimientos de hoy que son igualmente aburridos.
El comienzo: algún fortuito día hace 2 o 3 años en que lo ví. Ya llevaría algún tiempo que se mudó a esa casa pero no me dí cuenta de su existencia hasta que un día lo ví con una playera color morado; según recuerda mi alterada imaginación el sujeto parecía casi iluminado por el espíritu santo con esa playera y pues... me gustó.
No sé que edad tiene (seguro es menor que yo), no sé como se llama (seguro que tiene nombre) y no sé nada sobre él (seguro hay muchas cosas que saber). Lo he visto muy pocas veces porque yo solo estoy en la calle cuando salgo hacia escuela y trabajo o cuando regreso de ellos.
Alguna afortunada vez lo ví sin camisa (lo cual alimenta mi obsesión con lujuria insana :P) y muchas veces he visto colgada esa misteriosa playera morada en su patio.
Un punto que ahonda mi obsesión es su mirada; veo sus ojos y su mirada me parece extraña, y me quedo pensando en lo que podrá significar ¿será rechazo?¿será simpatía?¿será extrañeza?... no sé y no puedo saberlo, pero me obsesiona.
El final: hace ratito que lo ví mientras llegaba a casa. Venía caminando hacia casa y había alguien detrás de mí, iba más rápido que yo y entonces me rebasó; cuando pasó a mi lado izquierdo lo miré y era el niño de morado. Lo miré a los ojos como siempre y él a mí. Y eso fue todo.
Sé que no hay nada emocionante pero a mí me pareció extraño el pensar que nunca lo había visto tan de cerca. :P
No es una obsesión tan fuerte como para que me la pase días y días pensando en ello, pero me remueve sentimientos cada vez que lo veo. Me frustra mi clásica conducta antisocial porque a pesar de estar tan cerca no puedo ni decirle "hola".
Ojalá lo conociera algún día...